Kamala Harris logró su primer objetivo: desembarazarse del lastre que significaba la fallida candidatura de Joe Biden. Ahora, buscará capitalizar en votos su sólida actuación en el debate presidencial, en especial en los estados clave que decidirán el rumbo de la elección.
Por TN
El primer paso lo dio su campaña. Poco después de que se apagaran los focos del National Constitution Center de Filadelfia, desafió a Donald Trump a un nuevo debate. Pero el candidato republicano sabe que no le conviene volver a sentarse cara a cara con una rival que lo puso a la defensiva en varios tramos de la noche del martes. Harris demostró que no es Biden.
“Yo tengo menos disposición a hacerlo, porque tuvimos una gran noche. Ganamos el debate”, dijo Trump a la cadena Fox. A su juicio, siempre es el perdedor el que pide revancha.
Los sondeos no dicen lo mismo. Según una encuesta de la CNN, la vicepresidenta se impuso con 26 puntos de ventaja sobre Trump (63% frente a 37%) entre el electorado registrado. Pero esto no es garantía de nada, a poco menos de dos meses de las elecciones del 5 de noviembre. Todo se definirá en el Colegio Electoral y más aún en los siete estados donde los números están muy reñidos.
“El desajuste entre el Colegio Electoral y el electorado se está volviendo más significativo, en lugar de menos significativo. Estoy muy preocupado”, resumió el senador demócrata Tim Kaine. Lo vivió en carne propia Hillary Clinton cuando perdió los comicios de 2016 ante Trump a pesar de obtener tres millones de votos más a nivel nacional que su rival republicano.
A Harris de nada le sirve convencer a más neoyorquinos o californianos. Debe atraer el voto de los electores de Filadelfia, Wisconsin, Michigan, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia. Allí se juega el futuro de los Estados Unidos.
El gran triunfo de Kamala Harris: diferenciarse de Joe Biden
A lo largo de los 90 minutos del debate, Harris logró despegarse de Biden. Trump buscó asociarla al presidente, cuyas lagunas mentales lo obligaron a abandonar su postulación, pero la vicepresidenta se mostró firme y dejó una mejor imagen general.
“Harris logró diferenciarse nítidamente de Biden. Esto es fundamental, teniendo en cuenta que ella forma parte del gobierno”, afirmó a TN el analista internacional Jorge Castro.
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