El Gobierno de Pedro Sánchez entiende que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha inventado una “inverosímil” trama de falsos espías, y que lo hace para tapar su fraude electoral, salir del bloqueo internacional y frenar así su cuestionamiento interno.
Por: El Español
Todo ello en un clima de pesimismo de la comunidad internacional que ve cada vez más difícil un cambio inmediato en Venezuela. Tampoco cree posible que Maduro admita el fraude electoral y no revalide el cargo el próximo 10 de enero.
Fuentes autorizadas del Gobierno insisten en negar que los dos españoles detenidos en Venezuela estén vinculados al CNI, y mucho menos que formen parte de una conspiración contra Maduro o que planearan transportar armas.
Explican las mismas fuentes oficiales que los dos detenidos, con cuyas familias están ya en contacto, no pertenecen a los servicios secretos españoles ni tienen relación con la embajada de España en Caracas. Hay miembros del CNI en esa embajada, pero estos no lo son.
La práctica habitual es que cuando se detiene a espías en otros países se guarde silencio sobre si verdaderamente lo son o no. Además, se niega si, como ocurre en este caso, no tienen nada que ver con esas actividades. Ocurrió con la detención de Pablo González en Polonia, acusado de ser espía ruso: ni el Gobierno de Putin ni el de España confirmaron o negaron que fuera un espía. Luego se ha sabido que, efectivamente, sí lo era.
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