La impugnación de resultados electorales constituye un fenómeno mundial, según un estudio

La impugnación de resultados electorales constituye un fenómeno mundial, según un estudio

La participación electoral disminuye en el mundo y este retroceso se combina con una mayor impugnación de los resultados obtenidos en las urnas, como fue el caso recientemente en Venezuela, según un informe de referencia sobre la democracia publicado el martes.

Entre mediados de 2020 y mediados de 2024, en el conjunto de los países estudiados por la organización intergubernamental International IDEA, con sede en Estocolmo, los resultados de uno de cada cinco comicios fueron rechazados por un candidato presidencial o por un partido parlamentario perdedor, y las formaciones de oposición boicotearon una de cada diez elecciones.





Es el caso de Venezuela, donde el candidato opositor Edmundo González Urrutia se encuentra exiliado en España desde el 8 de septiembre tras denunciar la reelección del presidente Nicolás Maduro el 28 de julio.

El resultado no fue reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea ni por varios países de América Latina, incluyendo a algunos aliados históricos de Caracas.

“Maduro decidió transformar Venezuela en Corea del Norte, si eso es lo que hace falta para permanecer en el poder”, aseguró a AFP Kevin Casas-Zamora, secretario general de International IDEA.

Entre 2008 y 2023, la participación electoral mundial cayó 10 puntos porcentuales, del 65,2% al 55,5%, subraya el informe anual de International IDEA.

De los 173 países estudiados por el grupo de reflexión, cerca de la mitad presenta además “un significativo retroceso en al menos un criterio crucial” de lo que define a una democracia, como la capacidad para organizar elecciones creíbles o la protección de la libertad de prensa.

“Intentos cínicos”

En Estados Unidos, tres indicadores están en descenso con respecto a 2015: la credibilidad de las elecciones, las libertades cívicas y la igualdad política, según el informe.

Un 47% de estadounidenses estima que las elecciones de 2020 fueron “libres y justas”, según otro estudio de IDEA publicado en abril de 2024. Pero una parte del electorado rechaza considerar como creíbles los procesos electorales y sus resultados.

El 6 de enero de 2021, miles de simpatizantes del expresidente estadounidense y candidato republicano Donald Trump asaltaron el Capitolio, animados por el rechazo de este último de reconocer la victoria del presidente Joe Biden en las elecciones.

Según Kevin Casas-Zamora, sembrar la duda sobre un sistema electoral “sólido y creíble” es no obstante un fenómeno mundial.

Cuando dirigentes políticos se niegan a reconocer la credibilidad de unas elecciones o toman la iniciativa de impugnar el resultado, “envían un importante mensaje a los electores”, destaca el informe.

“En algunos casos, se trata de preocupaciones legítimas sobre una elección. En otros, se trata de intentos cínicos de erosionar la confianza del público en la victoria de un adversario”, añade.

El informe esboza un panorama sombrío del estado del mundo, donde las guerras, el cambio climático y las desigualdades sociales solo agrandan la erosión de las democracias.

Pese a los malos resultados mencionados en el texto, existen algunos rayos de esperanza, como las recientes elecciones con una alternancia pacífica del poder en Guatemala, en India, en Polonia o en Senegal, concluye Casas-Zamora. AFP