Víctor Márquez, por Luis Barragán

Víctor Márquez, por Luis Barragán

Luis Barragán @LuisBarraganJ

Dejamos constancia que no tenemos vínculo alguno de amistad personal con el profesor Víctor Márquez, quien presidió la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, y, ahora, aquejado de una grave enfermedad, apela a un sorteo público para afrontar un tratamiento combinado de radio y quimio terapia. Su suerte es la de todo el profesorado de educación superior en Venezuela, aunque llama la atención varias circunstancias.

Tratamos de un líder gremial que se hizo sentir más allá de la universidad en reclamo de las más justas reivindicaciones, sin flaquear ni diligenciar en Miraflores ningún favor, o quejarse enfermizamente ante la colectividad del ridículo salario profesoral ostentado. Defendió a los agremiados, defendiendo a la universidad misma a través de todos los medios disponibles, y, como tal, se le conoció.

Deriva inevitable, ha ejercido la oposición al régimen con determinación, sin ambages. Y no es que iba escurridizo a las protestas de calle, sino las encabezaba y hablaba inequívocamente comprometido con la causa de la libertad y la democracia, porque lo vimos ahí, en el lugar de los acontecimientos, una y otra vez.





Además, en representación de la sociedad civil, se la jugó en la Comisión Nacional de Primarias que tan corajudamente contribuyó a la supervivencia del ideario de la libertad. La cosa no se limitaba a un tweed por aquí y, otro, por allá.

Luce demasiado evidente que no tiene los reales para seguir el tratamiento en Venezuela y, mucho menos, fuera, en contraste con los habladores de pendejadas que se inventaron e inventan sendos actos heroicos en una buena barra, porque hay plata y de sobra para pagar algo más que el café de la remota juventud. De modo que Víctor Márquez, necesita de todos nosotros.