El buzo argentino, Alejandro Dutto, realizó una expedición submarina en el atolón Bikini, un lugar alejado de la civilización y deshabitado, debido a un alto nivel de reactividad por las pruebas termonucleares que se hicieron durante la Segunda Guerra Mundial.
Por: La Nación
Alejandro Dutto exploró una serie de embarcaciones sepultadas en el fondo del Océano Pacífico, en un lugar del mundo altamente contaminado por radiación.
Se trata del Atolón Bikini, un anillo de pequeñas islas situado en el archipiélago de las Islas Marshall, donde Estados Unidos probó decenas de bombas termonucleares entre los años 1946 y 1958.
Para poder llegar a los barcos que naufragaron durante la Segunda Guerra Mundial, Dutto y un grupo de buzos especializados, descendieron a unos 50 metros de profundidad para ingresar en los restos de barcos emblemáticos de la conflagración mundial, como el portaaviones de la armada estadounidense, USS Saratoga o el acorazado japonés Nagato, desde el que se planificó y ordenó el ataque nipón a Pearl Harbor.
“Hasta donde yo sé, soy el primer argentino en bucear en este lugar”, afirmó el buzo técnico santafesino, sin disimular su orgullo por la travesía lograda, en la que registró con su propia cámara de videógrafo submarino escenas absolutamente asombrosas.
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