La parada que el avión de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, hizo en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas el 20 de enero de 2020 fue analizada por el Tribunal Supremo (TS) y los juzgados madrileños desde el prisma de la normativa comunitaria que prohibía la entrada al espacio Schengen de personas sancionadas por la UE, llevando a la Justicia a archivar el caso de forma provisional, lo que dejó abierta la posibilidad de reactivarlo si surgían nuevos indicios.
Por: Europa Press
Los hechos se remontan a la madrugada del 20 de enero, cuando el Falcon 900LX en el que viajaban el entonces ministro de Turismo de Venezuela, Félix Plasencia, que en esos días visitaría FITUR, y Rodríguez estacionó en el pabellón previsto para vuelos privados de la Terminal 1, procedente de Caracas.
Según fuentes policiales consultadas por Europa Press en su día, Rodríguez pasó la noche junto a su equipo en la sala ejecutiva o sala VIP de la terminal privada de Barajas y a la mañana siguiente fueron a la Terminal 4 para coger un vuelo comercial rumbo a Dubái.
El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que primero negó cualquier reunión con Rodríguez en el aeródromo madrileño, acabó explicando que esa noche acudió a Barajas por indicación del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para recordar a la dirigente venezolana que no podía pisar suelo español al estar sancionada por la UE.
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