La Fiscalía de Portugal acusó este martes al Benfica y a su expresidente Luís Filipe Vieira de varios delitos de corrupción y solicitó su suspensión de la práctica deportiva.
En un comunicado, el Ministerio Público luso informó de que acusa a diez presuntos implicados en delitos de corrupción activa y pasiva “por comportamientos antideportivos” y delitos de fraude fiscal entre 2016 y 2019.
En concreto, señala que elaboraron un plan para pasarse fondos u “otros bienes con valor deportivo” a través de “operaciones ficticias”.
A cambio de esos fondos o activos, según la nota de la Fiscalía, cada implicado “actuaría en favor de los intereses del otro (…) concretamente en lo que se refiere a los resultados deportivos”.
El escrito de acusación también da cuenta de un plan para malversar dinero a través de una empresa radicada en Brasil, con la que hacían negocios inexistentes para “justificar” el pago de grandes sumas en concepto de “comisiones por servicios de intermediación”.
Aunque la acusación no especifica los clubes implicados, el Benfica confirmó en un comunicado que la Fiscalía “responsabiliza” al club lisboeta, a su expresidente Luís Filipe Vieira y a un antiguo asesor.
En una nota publicada en su página web, el Benfica calificó las acusaciones de “infundadas” y aseguró que se defenderá “sin vacilar”.
Mientras, la prensa portuguesa identifica al otro club señalado como el Vitória de Setúbal, que durante décadas fue uno de los principales emblemas de la primera división del país, pero que actualmente se encuentra en los escalones regionales debido a una grave crisis financiera.
Luis Filipe Vieira dejó la presidencia del Benfica en julio de 2021, tras 18 años en el cargo y después de ser detenido por la policía en el marco de otra investigación junto a su hijo y otros dos empresarios.
Está implicado en varias causas judiciales, como la ‘Operación Lex’, que investiga a un exjuez por beneficiar presuntamente a Vieira a cambio de entradas para fiestas o viajes pagados para acompañar al equipo al extranjero.
EFE