“Me obligaron a comer carne de bebés”, el aberrante testimonio de una rehén secuestrada por Isis y Hamás

“Me obligaron a comer carne de bebés”, el aberrante testimonio de una rehén secuestrada por Isis y Hamás

 

Fawzia Amin Sido, una joven yazidí de 21 años que fue rescatada tras 10 años de cautiverio en Gaza- Foto Cortesía
Fawzia Amin Sido, una joven yazidí de 21 años que fue rescatada tras 10 años de cautiverio en Gaza- Foto Cortesía

 

Fawzia Amin Sido, una joven yazidí, fue rescatada de su cautiverio en Gaza por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en una operación conjunta con la embajada de Estados Unidos. Fue secuestrada a los 11 años por el Estado Islámico (ISIS) y desde entonces vivió una década de horror: primero bajo el yugo de ISIS y luego como prisionera de Hamas. A principios de octubre fue liberada por las tropas israelíes en Gaza, y regresó con su familia en Sinjar, al norte de Irak.

Por Infobae

Durante su cautiverio, la joven fue sometida a condiciones inhumanas. En una entrevista con el documentalista Alan Duncan, reveló que fue obligada a consumir carne de bebés cocinados, un acto atroz que los militantes de ISIS le confesaron después de haberla alimentado. Describió, además, cómo las madres yazidíes lloraban al reconocer a sus hijos en las fotografías de los bebés decapitados que les mostraron.

Fawzia fue vendida y comprada cinco veces por combatientes de ISIS, y sufrió abusos físicos y sexuales. A los 15 años, ya había dado a luz a dos hijos. En 2018, tras la caída de ISIS en Siria, fue trasladada al campamento de Al-Hawl, donde vivió bajo la opresión de las mujeres del ISIS, quienes la obligaron a trabajar para ellas.

En 2020, fue llevada a Gaza con un pasaporte falso. Allí, bajo el régimen de Hamas, fue tratada como una esclava y mantenida prácticamente prisionera en su hogar. Relató que los hospitales en Gaza eran utilizados como bases por los terroristas de Hamas, y que fue obligada a trabajar en uno de ellos.

Sostuvo, por su parte, que ambos grupos terroristas tienen métodos similares de brutalidad: “No hay diferencia entre ellos”.

Los primeros años de su secuestro por ISIS estuvieron marcados por el terror y la violencia indescriptible. Fawzia narró cómo ella y otros en cautiverio fueron forzados a consumir carne humana en Tal Afar, un episodio que dejó una cicatriz emocional profunda en todas las víctimas. “La carne era de los bebés,” dijo a The Sun, confesando el horror que enfrentaron al ser obligados a tales atrocidades.

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