Josseli Barnica se afligió por la noticia mientras yacía en la cama de un hospital de Houston el 3 de septiembre de 2021: el hermano que había soñado darle a su hija no sobreviviría al embarazo.
Por CNN
El feto estaba a punto de salir, con la cabeza presionada contra su cuello uterino dilatado; tenía 17 semanas de embarazo y un aborto espontáneo “en curso”, según anotaron los médicos en los registros del hospital. En ese momento, deberían haberle ofrecido acelerar el parto o vaciarle el útero para evitar una infección mortal, según dijeron a ProPublica más de una docena de expertos médicos.
Pero cuando el marido de Barnica acudió corriendo a su lado desde su trabajo en una obra, ella le contó lo que, según ella, le había dicho el equipo médico: “Tenían que esperar hasta que no hubiera latido”, dijo a ProPublica en español. “Sería un delito practicarle un aborto”.
Durante 40 horas, la angustiada madre de 28 años rezó para que los médicos le ayudaran a volver a casa con su hija. Todo ese tiempo, su útero permaneció expuesto a las bacterias.
Tres días después de dar a luz, Barnica murió de una infección.
Barnica es una de al menos dos mujeres de Texas que, según ProPublica, perdieron la vida después de que los médicos retrasaran la atención de abortos espontáneos, que entran en una zona gris según las estrictas leyes abortivas del estado que prohíben a los médicos acabar con el latido del corazón de un feto.
Ninguna de las dos había querido abortar, pero eso no hizo una diferencia. Aunque los defensores insisten en que las leyes protegen tanto la vida del feto como la de la persona embarazada, en la práctica, los médicos han dudado en prestar asistencia bajo la amenaza de ser procesados, encarcelados y arruinados profesionalmente.
ProPublica compartió esta semana las historias de estas mujeres, empezando por la de Barnica. Su muerte fue “evitable”, según más de una docena de expertos médicos que revisaron un resumen de sus registros hospitalarios y de la autopsia a petición de ProPublica; calificaron su caso de “horrible”, “impactante” y “atroz”.
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