Plan del chavismo en el Arco Minero: reforestar con la especie exótica invasora más agresiva del mundo

Plan del chavismo en el Arco Minero: reforestar con la especie exótica invasora más agresiva del mundo

El Arco Minero del Orinoco (Meridith Kohut/Bloomberg/Archivo)

 

El 12 de octubre de 2024, el gobierno de Nicolás Maduro anunció que con la participación de tres de sus ministerios (Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, Ministerio de Ecosocialismo, Ministerio de Industrias y Producción Nacional), procederán a desarrollar un plan de reforestación del Arco Minero “en un esfuerzo por mitigar los impactos ambientales causados por la actividad minera”.

Corresponsalía lapatilla.com





Para tal fin, dispondrán de 5,5 millones de unidades de plantas de la especie Acacia mangium, en más de 8.000 hectáreas impactadas por la minería, con lo que aspiran “restaurar parte de las áreas degradadas”, reseñó VTV.

Sobre este anuncio, lapatilla.com consultó al ingeniero forestal de la ULA, José Rafael Lozada Dávila, y lo primero que destacó es que la especie escogida para este plan de reforestación (Acacia mangium) está calificada de tipo exótica, que se encuentra reportada como una de las plantas invasoras más agresivas del mundo.

Sobre esta especie aseguró: “Yo la he visto invadiendo potreros en los llanos occidentales, morichales en el oriente del país e inclusive se mete dentro de los rodales de Pino Caribe”.

“Es muy lamentable el desconocimiento de la ecología local que se requiere para ejecutar de forma apropiada esos proyectos de reforestación”.

Para el ingeniero Lozada Dávila, “más que indagar en libros y en internet, la amenaza que representa la Acacia mangium se aprecia es en el campo. Hay muchos lugares de Venezuela donde esta situación puede ser verificada”.

Consideraciones del experto

Sobre el uso de Acacia mangium para recuperar áreas degradadas en Guayana, el ingeniero forestal Lozada Dávila expuso que “en Imataca debe haber un mínimo de 1.000 especies arbóreas nativas, y si se agregan sectores más secos que están al oeste, la lista debe aumentar considerablemente. Por lo tanto, hay varios centenares de especies arbóreas que se podrían probar en lugar de usar una exótica invasora como Acacia mangium, que representa una amenaza real para los ecosistemas vecinos”.

En tal sentido, “ya existen varias publicaciones científicas que mencionan especies pioneras nativas, que crecen en áreas degradadas por minería”.

Otra referencia importante es que “Edelca desarrolló con éxito viveros destinados a conocer la biología reproductiva de especies nativas que se adaptaran a la recuperación de áreas de préstamo de diferentes represas”.

“La profesora Gisela Cuenca (investigadora del IVIC) demostró hace décadas, que varias especies nativas, con aplicación de micorrizas, pueden recuperar con éxito áreas de préstamo en los muy oligotróficos suelos de la Gran Sabana”, citó.

“Recientemente, finalizó un proyecto financiado por FAO sobre manejo sostenible en Imataca, donde uno de los componentes de ese proyecto era la recuperación de áreas degradadas por minería. Durante unos tres años ejecutaron viveros para producir especies nativas orientadas al logro de ese objetivo”.

El proyecto finalizó y entregaron los respectivos informes, pero “¿la Corporación Venezolana de Minería o el Ministerio de Minería Ecológica no pudieron consultar estos trabajos ejecutados por el propio Gobierno?”, se preguntó.

En conclusión, según el ingeniero Lozada, “parece haber una especie de flojera institucional y profesional, debido a que se está aplicando la alternativa más fácil y con resultados promisorios en corto plazo, pero no se están considerando las consecuencias de mediano y largo plazo, porque se ignora el alto potencial invasor de la Acacia mangium (a pesar de que eso está demostrado) y los lamentables impactos que esta especie tendrá en los ecosistemas de los alrededores”.

El plan del chavismo

Reforestación y restauración ecológica: con esta retórica, el gobierno de Maduro promete posicionarse como un” ejemplo” a nivel continental.

Según una reseña de la web del canal de Estado (VTV), “el ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Héctor Silva, destacó que este plan es parte de un compromiso firme del Gobierno Bolivariano con la recuperación de las áreas afectadas por la minería”.

La explicación dada por el alto funcionario de la administración madurista, es que tienen como objetivo “que el desarrollo minero vaya de la mano con la conservación de los ecosistemas” y confirmó que están trabajando para alcanzar un modelo de minería ecológica, “donde la producción y la sostenibilidad convivan en armonía”.

Deforestación en el Arco Minero

La actividad minera en el Arco Minero de Venezuela está provocando una deforestación acelerada y devastación ambiental. La extracción de minerales, principalmente oro, implica la tala indiscriminada de bosques, la remoción de la capa vegetal y la contaminación de ríos y suelos. Esta situación amenaza la biodiversidad de la región, pone en riesgo a comunidades indígenas y agrava el cambio climático.

La minería ilegal, además, ha generado conflictos sociales y violencia en la zona. Es urgente implementar medidas para detener esta destrucción y promover prácticas mineras sostenibles.

La deforestación en el Arco Minero representa una grave amenaza para la biodiversidad de la región. La tala indiscriminada de bosques, la contaminación de ríos y suelos, y la fragmentación de hábitats están poniendo en peligro a numerosas especies de flora y fauna, según las bases de datos de organizaciones especializadas en biodiversidad y conservación, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Venezuela (SIBIV).

Más estudios avanzados sobre el tema han sido publicados por SOS Orinoco, WWF (y Conservation International, que llevan a cabo investigaciones exhaustivas sobre la situación ambiental en el Arco Minero.

Pese a estos datos, la información sobre la biodiversidad en el Arco Minero es aún limitada. Mientras, sigue avanzando a pasos agigantados la destrucción de la naturaleza en esa zona bajo la complicidad de un régimen que se ha convertido en un depredador de vidas.