Jake Paul tiene un estatus indiscutible de celebridad del siglo XXI. Comenzó a crear contenido para redes sociales y en un vistazo horas antes de su pelea contra Mike Tyson se le pueden contar más de 27,2 millones de seguidores en su perfil de Instagram y 20,8 millones de suscriptores en su canal de YouTube.
Por: CNN
Paul es en primera medida una celebridad. Después, si se quiere, es un peleador con un récord de 11 peleas y 10 victorias cuya aventura en el pugilismo desde 2020 se cuenta con la espectacularidad propia de un showman.
No un showman como Tyson, que por el contrario es primero boxeador, luego celebridad. Decía la escritora Joyce Carol Oates de ese chico que se convirtió en el campeón mundial de peso pesado más joven de la historia en 1986: “Mike Tyson, un niño guerrero, se ha convertido en una leyenda, en cierto sentido, antes de que existiera una leyenda que lo definiera”.
Jake Paul, con todo lo que representa su figura y su fortuna, no puede ni siquiera aspirar a algo así. Es una celebridad de la inmediatez y sabe cómo venderse: dice que quiere ser campeón mundial. Tras confirmarse su combate con Tyson, afirmó: “Ahora tengo la oportunidad de demostrar mi valía contra el mayor campeón de peso pesado de todos los tiempos, el hombre más malo del planeta y el boxeador más peligroso de todos los tiempos”.
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