El indulto presidencial al pavo: de qué se trata una de las tradiciones más divertidas de Acción de Gracias

El indulto presidencial al pavo: de qué se trata una de las tradiciones más divertidas de Acción de Gracias

En vísperas del Día de Acción de Gracias, la Casa Blanca alberga el indulto presidencial al pavo, una tradición estadounidense llena de simbolismo y humor. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

 

En las vísperas de Acción de Gracias, una peculiar ceremonia capta la atención de la nación estadounidense: el presidente de los Estados Unidos, acompañado por un gran pavo, pronuncia unas palabras y concede un “indulto”. Este gesto, cargado de humor y simbolismo, se ha convertido en una tradición que, aunque inusual, tiene raíces históricas y un impacto cultural significativo.

Por infobae.com

¿Cómo llegó un ave a protagonizar un evento en la Casa Blanca? La respuesta está en la intersección entre las costumbres agrícolas, las festividades nacionales y la evolución del papel presidencial en el imaginario popular.

El indulto presidencial al pavo tiene un origen incierto, pero se remonta al menos a mediados del siglo XX. Aunque algunos rastrean la práctica hasta Abraham Lincoln, quien en 1863 perdonó un pavo a petición de su hijo Tad, no hay evidencia de que este acto tuviera continuidad en las presidencias posteriores.

El establecimiento formal de la ceremonia se atribuye generalmente a John F. Kennedy. En 1963, tras recibir un pavo de obsequio, el presidente decidió no destinarlo al banquete y comentó: “Vamos a dejar que crezca”. Sin embargo, la palabra “indulto” no se utilizó hasta años más tarde.

Fue durante la administración de George H. W. Bush en 1989 que el acto adquirió oficialmente el carácter de indulto presidencial. En esa ocasión, el presidente utilizó el término durante un evento oficial, y desde entonces, la práctica ha continuado con cada mandatario en funciones.

La Casa Blanca y Acción de Gracias

La conexión entre los pavos y la Casa Blanca precede al indulto como tal. Desde el siglo XIX, se documentan obsequios de pavos por parte de agricultores y asociaciones a los presidentes para las celebraciones de Acción de Gracias. Estas aves, símbolo de la festividad, eran comúnmente enviadas como muestra de gratitud o como una forma de publicidad para las granjas donantes.

En 1947, la Federación Nacional del Pavo comenzó a oficializar estos regalos bajo una campaña que se convirtió en tradición anual. Este acto público permitió que los pavos tuvieran una presencia cada vez más destacada en la cultura estadounidense y en las festividades nacionales.

El indulto, inicialmente un acto improvisado o anecdótico, evolucionó hacia un evento protocolario con significados más amplios. A lo largo de los años, los presidentes han utilizado la ceremonia no solo para entretener, sino también para enviar mensajes de unidad y gratitud en un momento significativo del calendario estadounidense.

Con el tiempo, la ceremonia se ha profesionalizado. Los pavos seleccionados son elegidos cuidadosamente por su apariencia y temperamento para cumplir con los requisitos del evento. Además, las aves suelen ser acompañadas por “suplentes”, en caso de imprevistos.

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