Aurora tenía apenas un mes de vida cuando la DANA hizo estragos en la Comunidad Valenciana y, entre otros 70 municipios, asoló Paiporta. La pequeña iba en el coche con su madre Flor y su abuela, de 68 años, que regresaban a casa después de realizar unas compras en la zona comercial de Alfafar. Cuando llegaron al polígono industrial de Paiporta, les sorprendió la avalancha de agua.
Por larazon.es
Mientras llamaban a Emergencias para pedir ayuda, trataron de avanzar lo máximo posible pero llegó un momento que el agua comenzó a subir y su vida corría peligro. El 112 no funcionaba, había colapsado. La abuela viajaba en la parte posterior junto a Azahara y fue la que tomó la iniciativa de salir del coche porque Flor era un manojo de nervios y estaba bloqueada. El coche tenía el freno de mano echado pero el agua lo había empezado a desplazar. La puertas no abrían y el agua seguía subiendo. Flor no sabe cómo pero logró abandonar el vehículo, abrió el maletero y cogió a la niña, que estaba durmiendo y era ajena a todo lo que ocurría. Su madre salió por el mismo sitio.
El agua les cubría por encima de la cintura. Flor levantó a Aurora y junto a su madre caminaron contracorriente buscando refugio en el muro de los edificios. Una reja permitió que resistieran la fuerza del tsunami y llegaron hasta un transformador en el que había dos personas subidas. La madre se aferraba a Aurora a pesar de las insistentes peticiones de que la entregara.
Pero el agua seguía subiendo y Flor accedió a dársela a una mujer, Azahara, una mujer de 31 años de Paiporta de gran estatura y lograron entrar en una nave empresarial con un negocio de recambios de coche. Como pudieron, subieron al primer piso, rompieron una ventana para escapar si subía el agua y agarraron todo lo que que encontraron y que podía flotar. Puertas, maderas, ruedas, cualquier cosa que les permitiera mantenerse a salvo. Aurora se mantenía tranquila. tal y como indica su nombre “amanecer”, “diosa del alba” era la luz que mantenía la esperanza del grupo de personas que quedaron atrapadas. Las Auroras son leales y testarudas y a pesar de que apenas tenía un mes hizo gala de su personalidad, no lloró, no se vio abrumada por el caos.
Azahara hizo todo lo posible por cuidarla. Le cambió el pañal y la arropó con un trapo y varios abrigos para que no pasara frío. Después la colocó en una maleta, para que quedara acurrucada y se sintiera segura mientras ellos buscaban una vía de escape. Fuera no había luz, sólo el ruido destructor de todos los elementos que el agua arrastraba a su paso y que chocaban contra farolas, edificios… Muchos muros se venía abajo por la fuerza del caudal. Sólo quedaba mantenerse en alerta, tener esperanza, esperar el “amanecer”.
Después de dos interminables horas llegó ese momento. Las cinco personas atrapadas escucharon la voz de un guardia civil. respondieron de inmediato y se puso en marcha el operativo de rescate. Aurora fue la primera en ser rescatada. Tras ella, el resto. Los agentes llevaron a la niña, a su madre y a su abuela hasta el domicilio de un familiar cercano.
Aurora sobrevivió gracias a un maleta, al empuje de su madre Flor, a su abuela y a la altura de Azahara… Todas ellas se ayer reencontraron con su salvador el sargento, Jesús del Río, trabajó con sus compañeros sin descanso durante cinco interminables horas, esa noche del 29 de octubre. Fueron salvando uno a uno a todos los que lograron subirse a un coche, a un árbol, a los tejados… Del Río y sus compañeros están visitando las zonas afectadas y reencontrándose con las personas a las que salvaron la vida. Según dijo el sargento de la Benemérita a Televisión Española “el chute de adrenalina que esa noche nos llevamos… el instinto de supervivencia nos llevó a hacer cosas que seguramente en otra situación no se hubiesen hecho. No sé ni cómo aguantamos esa noche”. El rescate del bebé y de su familia “fue de lo más reconfortante de la noche para los que estuvimos ahí”, concluyó Del Río que esa noche perdió a dos compañeros en la comandancia, que quedaron atrapados por el agua en el garaje, junto a la novia de uno de ellos.