En el tabloncillo del Polideportivo Villa El Salvador, de Lima, en Perú, la selección sub-20 de futsal de Venezuela se enfrentó a la temida máquina de Brasil en un partido que prometía ser una auténtica prueba de fuego. Después de un triunfo aplastante contra Bolivia y una derrota ante Colombia, el equipo venezolano sabía que este duelo era crucial para sus aspiraciones en el Sudamericano. No obstante, la verdeamarela sacó provecho de su superioridad y con goles de Camilo, Pinheiro y Pedrinho se impuso sobre la Vinotinto 3 goles por 1. Por los criollos descontó Eliecer Campos.
Por: Luis Eduardo Martínez | lapatilla.com
El partido comenzó con un ritmo frenético. Ambos equipos, como dos titanes, se lanzaban al ataque con velocidad y determinación. Sin embargo, en esos primeros minutos, la precisión abandonaba a ambos bandos, y el marcador seguía inalterado, con expectación palpable en cada jugada.
Pero el equilibrio se rompió a los 6 minutos. Camilo culminó una jugada colectiva que había sido un poema en movimiento. La pelota, después de un sinfín de pases, se coló en el arco Vinotinto.
Brasil, como el gigante que es, mantuvo la contundencia que se espera de ellos. Seis minutos después, Pinheiro, aprovechó un tiro libre y con un remate potente, cruzaba el balón rasante, dejando al guardameta criollo sin opción alguna.
Con el marcador en contra, Venezuela empezó a replegarse. El impacto de los dos goles de Brasil se sentía no solo en el marcador, sino en la mente de cada jugador venezolano. Las transiciones rápidas y la presión ofensiva que habían caracterizado los minutos iniciales se trocaron en una defensa ordenada pero asediada.
El primer tiempo se consumía, pero Venezuela no estaba derrotada. En un último suspiro antes del descanso, Eliecer Campos, asistido por el astuto Gabriel Castillo, con un toque sutil, burló al guardameta brasileño. El descuento llegó justo antes de que el árbitro señalara el final de la primera mitad.
La Vinotinto lo intentó, pero no le alcanzó
La segunda parte fue una demostración de carácter por parte de la Vinotinto. Con la pasión que caracteriza al venezolano, el equipo se volcó al ataque, buscando el empate con la desesperación de quien sabe que cada segundo cuenta. Sin embargo, la canarinha, con su característica solidez defensiva, se cerraba como una fortaleza, y rechazó cada intento de los venezolanos.
Del mismo modo, la defensa criolla cometía algunos errores, pero la verdeamarela tampoco supo aprovechar esas oportunidades y la ventaja no se hizo mayor.
A 9 segundos del final, Brasil aprovechó la expulsión del guardameta venezolano tras una dura falta y el tiro libre marcaría su tercer tanto del partido. Pedrinho soltaría un riflazo que se colaría por debajo de las piernas del arquero recién ingresado.
Sin más tiempo, el árbitro del partido no le quedó de otra que pitar el final. Con este resultado, Venezuela tiene casi un pie afuera del certamen y solo les queda disputar un compromiso frente a la selección de Uruguay mañana jueves 21 de noviembre donde tendrán que ganar por un amplio margen y esperar una derrota de Colombia frente a Brasil para avanzar a semifinales.