Joven en Colombia halló los restos de su padre asesinado por las Farc tras años de búsqueda

Joven en Colombia halló los restos de su padre asesinado por las Farc tras años de búsqueda

ARCHIVO – Esta imagen tomada por fotógrafos de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas en Colombia es parte de una exhibición del Instituto de la Paz en Washington.

 

Décadas de conflicto en Colombia dejaron incontables desaparecidos. Uno de ellos fue el padre de Daniela Mostacilla, una joven que pasó años buscando los restos de quien nunca conoció. Ahora, la labor de encontrar a estas personas se refleja en una exposición fotográfica en Washington.

Por VOA Noticias
El padre de Daniela Mostacilla murió abatido en combate un día de julio de 1991, cuando la joven tenía apenas cuatro días de nacida. El hombre, miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue enterrado en un lugar desconocido para su familia, cuyo descubrimiento fue por décadas la misión de vida de Mostacilla.

Daniel Hernández Ramírez fue llevado a las filas del grupo armado cuando tenía ocho años. Allí se hizo adulto y conoció a la madre de Daniela, una mujer que tenía en ese momento unos 16 años y era originaria del municipio de Caldono, en el departamento del Cauca.

Sus vidas dieron un vuelco cuando la madre de Daniela tenía siete meses de embarazo. Un accidente hizo que la mujer tuviera que salir de las filas de las FARC y mudarse a una vereda donde nació y se crió Mostacilla. Sin embargo, en el proceso, a Hernández Ramírez le encargan la toma de una estación de policía en el corregimiento de Mondomo.

“Iban camuflados en una chiva, sin embargo, los delataron. Ellos tienen una emboscada y ahí matan a mi padre”, contó Mostacilla en entrevista con la Voz de América. Al hombre, conocido como alias “Manuel”, lo intentaron enterrar a la orilla de la carretera, sin embargo, terminó siendo sepultado en un cementerio de la comunidad junto a un compañero que también murió.

La madre de Daniela “no tuvo certeza de qué pasó con mi papá”, según cuenta. Sin embargo, al pasar el tiempo sin el regreso del hombre sospechó lo peor.

“Pasaron los dos meses y no había razón de mi papá. Hasta que un día, haciendo aseo en una casa finca, lee la noticia de que a mi papá lo habían dado de baja. Ella alcanza a estar conmigo hasta los siete meses de edad… no quería volver al conflicto… y toma la decisión de huir. Obviamente se le es más fácil huir sin un bebé y me deja en una guardería de Bienestar Familiar”, contó.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es la entidad encargada de garantizar los derechos de los niños, que ofrece guarderías como un servicio de atención infantil. En uno de esos hogares creció Daniela.

“Desde pequeña siempre tuve claro cuáles fueron mis orígenes y yo sabía que ellos no eran mi familia biológica. Sabía quién había sido mi madre y tenía algunos comentarios sobre quién había sido mi padre”, continuó Mostacilla.

En este territorio colombiano, según cuenta, era “muy común” ver a la guerrilla en los caminos, colegios y casco urbanos. A los seis años, mientras jugaba en la calle, llegaron dos guerrilleros a la casa donde vivía.

Lee más aquí

Exit mobile version