En los últimos días, un perrito de color marrón ha capturado la atención de los internautas, convirtiéndose en el protagonista de un meme que refleja una relajada indiferencia. Con sus manos en los bolsillos y luciendo un atuendo que incluye un saco gris, pantalones azules y tenis rojos, este carismático can ha sido apodado “Tío tranquilo” por su creador, Phillip Banks.
lapatilla.com
Según Banks, el “Tío tranquilo” es “un tipo tranquilo al que, discretamente, todo le importa un carajo”. Esta descripción ha resonado con muchos usuarios en redes sociales, quienes comenzaron a compartir la imagen del perrito en diversas situaciones, acentuando su aire de tranquilidad y hasta un toque de sobradez.
La ilustración original fue publicada por Banks en 2023, pero cobró vida propia este año gracias a una ola de reenvíos y videos en TikTok. La viralidad del meme ha sido tal que incluso figuras políticas, como Nayib Bukele, presidente de El Salvador, han decidido compartirlo en sus perfiles, amplificando su alcance.
Phillip Banks no es nuevo en el mundo de los memes; hace algunos años creó una versión femenina del “Tío tranquilo”, representada por una perrita azul que, a diferencia de su contraparte, mostraba una expresión de seriedad y descontento. La diversidad de estos personajes contribuyó a su popularidad.
Sin embargo, la viralidad del meme trajo desafíos legales. La semana pasada, Banks anunció en su cuenta de X que estaba considerando tomar acciones legales para proteger su obra, argumentando que estaba protegida por derechos de autor relacionados con las “memecoines”, una criptomoneda que surgió junto con el fenómeno de los memes virales en 2021, siendo Dogecoin la más reconocida.
A medida que el debate sobre la propiedad intelectual de los memes se intensifica, Banks decidió restringir el acceso a su cuenta de X, generando especulaciones sobre si lo hizo debido a la reacción negativa que recibió tras anunciar su intención de proteger su creación. Su objetivo, según él, es sentar un precedente contra aquellos que buscan beneficiarse económicamente de las imágenes virales sin compensar a sus creadores.