Más de 800.000 inmigrantes venezolanos han llegado a Estados Unidos en los últimos cuatro años, incluidos cientos de miembros de la brutal pandilla carcelaria Tren de Aragua.
Por New York Post
Pero la administración Biden renunció a intentar deportar a los criminales y pandilleros en enero después de que el gobierno venezolano dejó de aceptar vuelos de deportación desde Estados Unidos.
Es un problema que el presidente electo Donald Trump tendrá que resolver para cumplir su promesa de deportaciones masivas.
Tom Homan, el hombre que Trump ha designado como su zar fronterizo para liderar los esfuerzos de deportación y seguridad fronteriza, dijo que la administración entrante tiene mucha influencia para obligar a Venezuela a comenzar a aceptar deportaciones, incluyendo amenazas de aún más sanciones y retención de ayuda, que totalizó 209 millones de dólares el año pasado.
“Logró que El Salvador aceptara la MS-13 y que México aceptara el programa Permanecer en México. Así que tengo fe en que el presidente Trump trabajará con el presidente de Venezuela”, aseguró Homan.
Venezuela ha sido una de las mayores fuentes de migrantes que viajan a Estados Unidos. Millones de venezolanos han abandonado su país natal en los últimos años, huyendo de la corrupción y el colapso económico provocados por el régimen comunista de Nicolás Maduro.
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