El reciente informe de FundaRedes, “Educación indígena en Venezuela: Promesa y desesperanza”, expone el estado crítico del sistema educativo en las entidades fronterizas de Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro y Zulia, el cual revela que en Venezuela, las comunidades indígenas enfrentan una crisis educativa que perpetúa la desigualdad, vulnera derechos fundamentales y pone en riesgo la preservación de sus culturas.
La investigación realizada por la organización defensora de derechos humanos, revela que más del 60% de los programas de educación intercultural bilingüe, diseñados para proteger y promover la identidad cultural indígena, no se han implementado eficazmente.
A pesar de que las comunidades indígenas representan aproximadamente el 2,8% de la población total de Venezuela, el Estado ha fallado en garantizar su derecho a una educación de calidad, culturalmente relevante y accesible.
En el estado Delta Amacuro, por ejemplo, 8 de cada 10 escuelas no operan, y las que lo hacen, los niños asisten a instituciones sin mobiliario adecuado, sentados en el suelo o en bancos improvisados, situación que se agrava por la escasez de docentes capacitados en educación intercultural y bilingüe, limitando a las comunidades ancestrales de conocimientos y valores culturales esenciales.
Desplazamientos y migración
FundaRedes registró en dicho informe que, más de 2.500 niños indígenas en Amazonas deben cruzar el río Orinoco para recibir educación en Colombia, exponiéndose a riesgos graves, lo que evidencia la falta de atención del Estado venezolano hacia las necesidades educativas de estas comunidades.
Las consecuencias son devastadoras: deserción escolar, pérdida de identidad cultural, trabajo infantil en las minas y migración forzada. La educación, reconocida como un derecho humano fundamental, es clave para romper el ciclo de pobreza que afecta a estas comunidades y para garantizar su desarrollo y futuro.
La ONG FundaRedes, hizo un llamado a priorizar la inversión en infraestructura educativa, capacitación de docentes en enfoques interculturales y bilingües, y garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad, que respete y valore la diversidad cultural de los pueblos indígenas, solo así se podrá revertir el abandono histórico y promover un futuro inclusivo y sostenible para estas comunidades ancestrales. (Prensa FundaRedes)