El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, contempla reducir el peso que los medios tradicionales tienen en la sala de prensa de la Casa Blanca para dar acceso a reporteros “independientes”, según anunció este martes 26 de noviembre, su hijo Donald Trump Jr.
En su propio pódcast, apuntó que mantener la presencia de medios tradicionales solo por el hecho de que “han estado ahí mucho tiempo” no parece una buena manera de proceder.
“¿Por qué no abrirlo a personas que tienen mayor audiencia y más seguidores?”, añadió el primogénito del futuro mandatario, según el cual a su padre le pareció una “gran idea” ese cambio.
El magnate neoyorquino, según ahondó su hijo, está planteándose esa posibilidad por cómo se han comportado los medios con él.
The New York Times, en su opinión, se ha mostrado “adverso a todo y está funcionando como el brazo de márketing del Partido Demócrata”.
Por lo general, La Casa Blanca no decide quién ocupa un asiento en la sala de prensa. Esa tarea recae en la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (Whca, en inglés), que reúne a los periodistas que cubren esta institución y que, según su página web, asigna los asientos desde la Administración de Ronald Reagan (1981-1989).
La sala cuenta con solo 49 asientos, todos adjudicados a un medio específico. Tener un asiento asignado facilita dirigir preguntas al portavoz, aunque cualquier periodista con las credenciales adecuadas, emitidas por la Oficina de Prensa de la Casa Blanca, puede asistir de pie a las ruedas de prensa.
La primera fila está destinada a la agencia The Associated Press, que, por tradición, siempre tiene la primera pregunta en las ruedas de prensa, así como a corresponsales de grandes cadenas de televisión como NBC, Fox, CBS, ABC y CNN.
La segunda fila la ocupan importantes diarios como The Wall Street Journal, The Washington Post y The New York Times, entre otros medios destacados.
EFE