Todos los días, Nidia Montenegro pasa horas revisando su teléfono celular, con la esperanza de recibir una cita largamente esperada con funcionarios fronterizos de Estados Unidos para solicitar asilo en Estados Unidos.
Por Reuters
La migrante venezolana de 52 años en México dice que teme que su nombramiento no se produzca antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo el 20 de enero, cuando ha prometido eliminar una serie de programas que han permitido a los migrantes ingresar legalmente a Estados Unidos, incluida la aplicación del gobierno que Montenegro está usando para intentar conseguir su cita.
Eso podría dejar a miles de migrantes como Montenegro en el limbo y enfrentando la opción de intentar cruzar a Estados Unidos ilegalmente, quedarse en México o regresar a casa.
Si tuviera esas opciones, Montenegro dice que regresaría a casa, más temerosa de la violencia que encontró mientras viajaba por México que de las dificultades que dejó atrás en Venezuela.
“Estoy traumatizada. Si no consigo la cita, volveré”, afirma desanimada.
“Siempre existe la amenaza de los cárteles que nos secuestran”, agregó la mujer, quien dice que pese a pensar en regresar a casa no tiene el dinero para hacerlo.
Lea más en Reuters