La impresionante marcha de los insurgentes a través de Siria se intensificó el sábado con las noticias de que habían llegado a las puertas de la capital y que las fuerzas del gobierno se habían retirado de la ciudad de Homs, en el centro del país. El gobierno se vio obligado a negar los rumores de que el presidente, Bashar Assad, había huido del país.
Por: AP
La pérdida de Homs es un golpe potencialmente devastador para Assad. La ciudad se encuentra en una importante intersección entre la capital, Damasco, y las provincias costeras de Latakia y Tartus — la base de apoyo al mandatario sirio y sede de una estratégica base naval rusa.
El medio noticioso progubernamental Sham FM informó que las fuerzas del gobierno tomaron posiciones fuera de la tercera ciudad más grande de Siria, sin dar más detalles. Rami Abdurrahman, quien dirige el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, dijo que las fuerzas sirias y miembros de diferentes agencias de seguridad se habían retirado de la ciudad, agregando que los rebeldes habían entrado en algunos sectores.
La insurgencia anunció más tarde el sábado que había tomado el control de Homs. La captura de la ciudad es una gran victoria para los rebeldes, que ya habían tomado las ciudades de Alepo y Hama, así como grandes extensiones del sur, en una ofensiva relámpago que comenzó el 27 de noviembre.
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