Todos los horrores de las mazmorras de Bashar al Asad, al descubierto

Todos los horrores de las mazmorras de Bashar al Asad, al descubierto

Anadolu

 

El corazón del gulag sirio funcionaba como un agujero negro inexistente para el resto de la población, donde sus familiares llegaban detenidos para no volver a saber de ellos. Desde que se construyó en 1987 como un centro de tortura, ningún funcionario del régimen de Asad distribuyó fotografías ni habló de este edificio en público. A esta cárcel, destinada a opositores, estudiantes, intelectuales y periodistas, era fácil entrar, pero casi imposible salir. Tan sólo Google Maps, gracias a su imagen de satélite, dio pruebas de su existencia: construcción central con tres alas y cinco auxiliares, coordenadas 33°39’56” norte 36°19’44″este. La llamaban «el matadero humano». Sednaya era el centro del terror asadista.

Por: El Mundo





Los horrores de la prisión de Sednaya definen la naturaleza del régimen de los Asad, que asentó su poder en el terror durante 54 años. Entre las innumerables pruebas de la represión feroz de este régimen, que ha matado a más de 140.000 personas según la oposición, ayer se encontraron salas de tortura con una prensa humana, la «machacadora de huesos», una butaca para descargas eléctricas, un crematorio y una sala llena de cadáveres con signos de tortura.

La llegada de los rebeldes hasta sus galerías el pasado domingo ha liberado a cientos de presos, la mayoría desde los años de la Primavera Árabe, pero algunos encerrados desde mucho antes. Raghad Tatary, por ejemplo, era piloto de la aviación siria durante los años de Hafez Asad, padre de Bashar. En 1980, recibió órdenes de bombardear las columnas de manifestantes que protestaban contra el régimen en el centro de Hama. Tatary se negó a hacerlo y llevaba desde entonces entre rejas. Tal al-Mallouhi, una bloguera encerrada en 2011, cuando tenía sólo 19 años, fue encontrada con vida.

Cadáveres andantes

Los presos liberados presentan una apariencia cadavérica. Algunos de ellos, con la cabeza rapada y aspecto enloquecido, no recordaban ni su nombre. Un activista recién llegado a la prisión fotografió a algunos de ellos, los más desorientados, y colgó sus fotos en la red social X a la espera de que alguien pueda identificarlos y se haga cargo de ellos.

Según los combatientes, cada ala estaba especializada en una forma diferente de tortura, pero en todas ellas se han encontrado los cuencos de comida y excrementos por todas partes. En la zona de las mujeres, los rebeldes se encontraron con muchos niños pequeños ya nacidos en cautiverio. Aseguran que la mayoría de las mujeres han sido violadas de forma rutinaria.

De un primer vistazo, los recién llegados se han encontrado un cadalso en la zona central de la cárcel, en el que se ahorcaba a los prisioneros sobre los que había orden de ejecución. Las sogas ensangrentadas aún colgaban del techo. Varios testigos afirman que, al amanecer, los carceleros recorrían los pasillos repitiendo a gritos los nombres de los que iban a morir. A esas personas se les privaba de agua y comida durante tres días antes de ponerle la soga al cuello.

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