El anterior alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, celebró este martes la caída del régimen “dictatorial y tiránico” de Siria, que “tanto sufrimiento” ha causado, y cree que es un golpe para el presidente de Rusia, Vladímir Putin, un fracaso “muy grave militarmente y geopolíticamente”.
En declaraciones a los medios, Borrell se refirió así a la nueva situación en Siria, donde Rusia apoyaba al depuesto presidente Bachar al Asad.
En un encuentro informativo previo, dijo que habrá que ver cómo actúa el líder rebelde que se ha hecho con el poder porque “tiene un claro pasado yihadista”.
Ahora, señaló, se presenta “con un planteamiento moderado” y dice que su objetivo es gobernar Siria, no exportar su ideología “y que no pone en cuestión la existencia de Israel”.
“¿Es creíble, es un discurso de fachada? Nadie lo sabe, pero la coreografía, incluso la forma de vestir y hablar, demuestra que lo primero que quieren de nosotros es que dejemos de considerarles una organización terrorista”, explicó Borrell.
No se pronunció sobre si la UE debe dar ese paso de manera inmediata, pero sí recalcó que “su pasado es su pasado, pero su presente es su presente”, ya hay que saber también quién está detrás de esta victoria relámpago, apuntó el exjefe de la diplomacia europea.
Borrell subrayó, por otro lado, que se alegra de haber contribuido a la unidad europea frente a la guerra de Ucrania y que lamenta “mucho” no haber podido lograr lo mismo en Oriente Medio, aunque probablemente era mucho más complicado.
“Nos ha faltado unidad dramáticamente”, insistió Borrell al asegurar que el mundo entero reprocha a Europa que haya estado volcada con los ucranianos y, sin embargo, no le preocupe los muertos de los territorios palestinos.
Bruselas, se ha quejado, se ha limitado “a suplicar a Netanyahu” que no siguiera por esa vía tan destructiva y no ha conseguido nada, según Borrell.
También puso el foco en la urgencia de que la UE invierta “mucho” en defensa porque los ejércitos europeos “están en los huesos” por el apoyo a Ucrania y hay que ser conscientes, recalcó, de que el mundo “no es un lugar pacífico”. EFE