Estados Unidos expresó este martes su rechazo a cualquier acción que agrave el conflicto y dificulte la transición en Siria, después de que Israel bombardeara varias instalaciones militares del ya derrocado régimen de Bachar al Asad.
Preguntado en una rueda de prensa por el operativo israelí, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo que Estados Unidos discutirá este asunto de “forma privada” con Israel antes de opinar públicamente.
“Yo diría que, en términos generales, por supuesto, no queremos ver ninguna acción que dificulte el proceso liderado por Siria y, en última instancia, queremos que haya un proceso pacífico, no una escalada del conflicto”, agregó.
El Ejército israelí estima haber destruido más del 70 % de las capacidades militares del ya derrocado régimen de Al Asad en Siria tras haber atacado en los últimos días unos 320 “objetivos estratégicos” desde Damasco hasta Tartus.
Los objetivos destruidos en los ataques incluyen sistemas de defensa aérea sirios, depósitos de misiles, drones, helicópteros, aviones de combate, tanques, radares y buques de guerra.
Israel ha justificado estos bombardeos para evitar que estas armas puedan llegar a manos de la milicia chií Hizbulá o a “cualquier otra fuerza hostil” que pueda amenazarles.
Asimismo, el Ejército israelí confirmó este lunes que ha tomado la parte siria del Monte Hermón, dentro de la zona desmilitarizada, tras la caída del régimen de Bachar al Asad y la toma de Damasco por insurgentes islamistas sirios.
Fuentes gubernamentales israelíes esgrimieron después que sus tropas han penetrado como máximo dos millas desde la frontera, que Israel fija en los Altos del Golán que ocupó en 1967 y se anexionó en 1981. EFE