Vecinos del municipio Rangel y comunidades adyacentes viven una odisea con el agua que llega a sus hogares. Denuncian que no está apta para el consumo de las personas.
Por: Corresponsalía LaPatilla.com
Cada vez que abren el grifo ven con asco que sale un líquido amarillento y temen preparar alimentos con esta agua, porque podría traer consecuencias nefastas para su salud. Este problema se ha vuelto recurrente y no hay ente gubernamental que ofrezca una solución.
También denuncian los habitantes que son muchas las viviendas a las que no llega el agua potable por tuberías.
Los prestadores de servicios turísticos en el rubro de alimentos hicieron un llamado urgente a las autoridades, porque inicia la temporada alta, en que esperan la visita de turistas que hacen paradas para degustar la gastronomía andina y, a juicio de los vendedores, la idea es ofrecerles un producto de calidad para que regresen en venideras temporadas.
Exhortan a la Hidrológica Aguas de Mérida para que busque solución a esta situación y no se convierta en un problema de salud pública que termine perjudicando a lugareños y turistas por consumo de esa agua insalubre.