Cinco jóvenes con gorras y capuchas, pero a cara descubierta, suben las escaleras de un bloque de apartamentos y se reúnen frente al número 301.
Por BBC
Uno carga un rifle de asalto, otro habla por el celular en español. Un tercero toca con insistencia la puerta y todos irrumpen a la fuerza en la vivienda.
El video, grabado en agosto de este año por una vecina del complejo residencial de ladrillo rojo situado en Aurora, Colorado, y habitado principalmente por inmigrantes venezolanos, pronto se volvió viral.
Ese mismo mes, la policía local informó de la detención del también venezolano Yoendry Vílchez Medina-José, acusado de protagonizar escenas similares y de un brutal ataque contra el gerente de otro edificio de apartamentos en la zona.
Lo identificó, al igual que a otra docena de individuos, como “miembro documentado” del Tren de Aragua (TdA), un nombre cada vez más ubicuo en los círculos de seguridad de Estados Unidos pero hasta entonces prácticamente desconocido para la población general.
El altavoz que hizo que la banda se volviera conocida en todo Estados Unidos fue Donald Trump, quien no tardó en centrar la atención nacional en este populoso suburbio del área metropolitana de Denver —donde en los últimos dos años se han instalado en torno a 30.000 venezolanos—, al describirlo falsamente como una “zona de guerra”.
Lea más en BBC