Según los datos del último informe del Observatorio Internacional de las Migraciones (Obmigra) del Ministerio de Justicia presentado estos días, Brasil se confirma como país de tránsito de rutas migratorias que se inician en diversas partes del mundo, especialmente en Asia, y casi siempre terminan en Estados Unidos. La principal puerta de entrada a la frontera terrestre de Brasil sigue siendo el norte, en particular el estado amazónico de Roraima, que desde hace tiempo se ha convertido en el refugio seguro de los venezolanos que huyen del régimen de Maduro. Las autoridades migratorias brasileñas temen que el flujo pueda aumentar aún más si Maduro no abandona el poder el próximo 10 de enero.
Por Infobae
El Gobierno de Roraima calcula que actualmente hay 180.000 inmigrantes y refugiados en su territorio, casi todos venezolanos. Esto supondría el 25% de la población total del estado, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), y significa que por cada cuatro personas que viven hoy en Roraima, una es venezolana. La vida de estos emigrantes no es fácil. Con ellos ha llegado el crimen organizado venezolano, en particular el Tren de Aragua. Basta decir que en los últimos seis años el número de venezolanos detenidos en Roraima ha crecido un 538%, representando el 9% de toda la población carcelaria del estado. Datos del Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), del Ministerio Público de Roraima, muestran que, en el primer semestre de 2018, había 77 venezolanos detenidos en las cárceles del estado. En el mismo período de 2024, el número subió a 389 y actualmente ronda los 414. Según el sitio brasileño de noticias Metrópoles, en 2023, de cada tres víctimas de homicidio, una era venezolana.
“La región norte, a pesar de ser la ruta de entrada de los migrantes, presenta más vulnerabilidades, incluso en el acceso a beneficios y políticas públicas. Por ello, estos migrantes pasan cada vez menos tiempo en esta región”, afirmó Leonardo Cavalcanti, de la Universidad de Brasilia, durante la presentación del informe de Obmigra. Si el norte de Brasil es la puerta de entrada, el destino final preferido es el sur del país, que ofrece mejores condiciones de vida y de trabajo y donde, además, reside la mayoría de la población brasileña. En esta parte del país, entre 2022 y 2023, los trabajadores inmigrantes aumentaron un 10,4%, pasando de 73.900 a 81.500. En el periodo enero-junio de 2024, el número subió a 87.500. La mayoría de ellos están empleados en el sacrificio de aves de corral y cerdos.
“Hoy vemos que personas de todo el Sur están interesadas en crear una vida aquí en Brasil. Los dos mayores contingentes de inmigrantes haitianos y venezolanos son movimientos de los últimos 20 años”, afirmó Jonatas Pabis, coordinador de migración laboral del Ministerio de Justicia, durante la presentación del informe.
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