Con el aumento de personas forzadas a abandonar sus hogares en Latinoamérica y el Caribe en 2024, el tráfico de migrantes pasó de ser una economía criminal secundaria a convertirse en una actividad central para algunos de los grupos criminales más poderosos de la región.
Por: Insight Crime
Este cambio ocurrió en un contexto donde estos mismos grupos son una de las principales causas de la migración irregular, ya que provocan desplazamientos forzados mediante conflictos por el control de economías ilícitas, como el narcotráfico y la extorsión.
Mientras huyen de la violencia, la crisis ambiental y la incertidumbre económica, los migrantes se han convertido en una oportunidad de lucro para las redes criminales. Estas organizaciones no solo obtienen ganancias al facilitar el tráfico de migrantes, sino también mediante esquemas de extorsión y secuestros, lo que ha transformado a la economía migratoria en una de sus principales fuentes de ingreso.
“El abuso de los migrantes como actividad criminal es cada vez más importante”, señaló Yael Schacher, directora para América y Europa en la organización Refugees International. “Con el endurecimiento de los sistemas de control migratorio, los migrantes terminan cayendo directamente en manos de los traficantes y dependen mucho más de ellos”.
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