Invasores silenciosos: especies exóticas amenazan las costas de Sucre (VIDEOS)

Invasores silenciosos: especies exóticas amenazan las costas de Sucre (VIDEOS)

Captura

 

La presencia de especies no habituales en el ecosistema marino del estado Sucre se ha convertido en una constante en los últimos años.

Por: Víctor Federico González | Corresponsalía lapatilla.com





El Parque Nacional Mochima y las playas de Santa Fe han sido los espacios donde han proliferado el coral invasor Unomia Stolonifera, las medusas bolas de cañón y los peces damisela real.

Es importante mencionar que la llegada de estas especies ha generado incertidumbre en pescadores y habitantes de estas localidades sucrenses.

En el caso de la propagación del coral invasor en el Parque Nacional Mochima, ya existen organizaciones y especialistas trabajando para mitigar sus efectos. Desde hace dos décadas, el coral ha colonizado silenciosamente las costas venezolanas y hasta el momento se sabe que no existen depredadores naturales que puedan controlar su proliferación en el Caribe.

Estas apariciones no solo podrían alterar el equilibrio ecológico, sino que también pueden repercutir de manera significativa en la economía local y el turismo.

Sobre las damiselas reales, según el biólogo marino Ángel Fariñas, se espera aprobación para la ejecución de una investigación por parte de las autoridades venezolanas.

Vale decir que Fariñas fue el primero en alertar sobre esta especie en playas sucrenses.

Presencia de la bola de cañón

Para el pescador sucrense Julio Rafael Mata, la aparición de la bola de cañón, también conocida como Stomolophus meleagris “ha afectado bastante” a los pescadores de Santa Fe.

Mata, quien pertenece al sector de Playa Caballo, explicó que “el pez se ahuyenta, pasamos tiempo sin pescar y los equipos se deterioran (…) las bolas de cañón no nos dejan pescar porque pica y cuando lanzamos la red, agarramos bastantes ejemplares. Es la primera vez que abundan tanto así, las autoridades poco han hecho al respecto (…) y llevan más de cinco meses desde que llegaron”.

La situación puede tornarse preocupante cuando se habla de su impacto en el turismo, porque aunque su toxina se considera leve en comparación a otras especies, su avistamiento ha incidido significativamente en el comportamiento de temporadistas, quienes en algunos casos deciden no bañarse en las playas de la zona por temor y hasta por desconocimiento.

“Hace casi dos meses fui a una playa en Santa Fe con mi familia, y mi esposa se negó a bañarse porque no sabíamos cómo podía afectarnos eso. Si era alguna aguamala o algo por el estilo. Otros como yo y otras personas que estaban acompañándonos, sí tomamos el riesgo para no desperdiciar el viaje”, narró Luis Rodríguez, habitante del estado Sucre.

Cabe destacar que estos mismos efectos son generados por la Unomia Stolonifera en las playas de Mochima. Además, trascendió que existen programas de formación para las poblaciones pesqueras, con el fin de que puedan cooperar con los especialistas para disminuir los efectos del coral.

Sustento científico

El biólogo egresado de la Universidad de Oriente (UDO) en Sucre, Rafael Méndez, detalló que la llegada de la medusa bola de cañón está influenciada por la surgencia costera que ocurre en las zonas tropicales, un fenómeno cíclico que, por efectos del viento, desplaza las aguas.

Según Méndez , “por efectos del viento se desplazan las aguas superficiales, que son sustituidas por las aguas subsuperficiales, las que están abajo y no la que están al lado. Eso trae consigo el ascenso de masas de agua que tienen menor temperatura, pero que están cargadas de nutrientes. Eso es lo que le da fertilidad a los océanos en términos generales”.

Asimismo, agregó que “tenemos épocas de fertilidad y épocas de relajación, eso lo que hace es que haya un comportamiento bimodal en nuestras aguas (…) hay zonas identificadas por esos cambios de temperaturas en los que hay muchos nutrientes y eso estimula la producción primaria fitoplanctónica, que es el componente autótrofo que transfiere la energía al zooplancton, que son los consumidores primarios”.

Precisó que primero llegó a Falcón y luego al oriente venezolano con menor intensidad y que se trata de un proceso cíclico.

“Estamos en un comportamiento bimodal que todos los años tienen distintas intensidades, y eso se determina tras diversas investigaciones”, expresó.

¿Es de alarmarse?

La proliferación de medusas bola de cañón (Stomolophus meleagris) en las costas venezolanas es un fenómeno inusual y poco estudiado. Estas medusas, caracterizadas por su forma de campana y su toxina relativamente leve, suelen presentar incrementos poblacionales esporádicos.

Sin embargo, los avistamientos masivos actuales representan un hecho sin precedentes en nuestro país.

Expertos en la materia señalan la necesidad de realizar investigaciones más profundas para comprender las causas de este fenómeno y sus posibles consecuencias para el ecosistema marino.

La recomendación para las personas es que mantengan una distancia segura de las medusas.

Estas criaturas marinas poseen células urticantes que liberan toxinas al contacto con la piel, provocando desde una leve inflamación hasta reacciones más severas, como problemas respiratorios o arritmias cardíacas. Por lo tanto, es recomendable evitar el contacto directo con ellas en todo momento.

Medusas “atractivas” económicamente

El pasado mes de julio del año en curso, fue difundida por distintos medios de comunicación, la información sobre la exportación de cuatro contenedores con un total de 65 toneladas de esta especie marina hacia el continente asiático, específicamente a Malasia, pero hasta ahora se desconoce si esta podría ser una solución rentable a esta aparición.

De acuerdo con la información que circuló, esta acción aparte de “impulsar la economía, forma parte de las medidas para contrarrestar la proliferación de esta especie en las costas venezolanas”.

De acuerdo con la información del Ministerio de Pesca y Acuicultura e Insopesca, los investigadores del Centro Nacional de Investigación de Pesca y Acuicultura (Cenipa), junto a los pescadores, habrían realizado análisis sobre el comportamiento y abundancia de la especie en el territorio marítimo del país, a fin de estudiar y garantizar su aprovechamiento y sostenibilidad económica.

Trascendió que el cargamento había sido procesado en la planta Lucky Pesquería, ubicada en el estado Falcón.

“Desde el Ministerio del Poder Popular de Pesca y Acuicultura, garantizamos el aprovechamiento de los recursos hidrobiológicos bajo los parámetros de una pesca sustentable, con el objeto de preservar el recurso en el tiempo”, reseñaron en nota de prensa.

Cabe destacar que las bolas de cañón resultan ser un manjar en países de Asia y se “pueden preparar platos exquisitos”.