
Foto migrationpolicy.org
Ser detenido por la Patrulla Fronteriza en lugares públicos de Estados Unidos puede ser una experiencia desconcertante. Por eso, conocer los derechos es clave para actuar correctamente. United Farm Workers (UFW), la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dieron sus pautas sobre las acciones que hay que seguir en caso de un arresto.
Por La Nación
El derecho a guardar silencio ante la Patrulla Fronteriza
La Constitución de Estados Unidos garantiza el derecho a no autoincriminarse. Esto implica que no es obligatorio responder preguntas sobre lugar de nacimiento, estatus migratorio o residencia actual. En caso de optar por ejercer este derecho, se recomienda hacerlo de forma clara y utilizar la frase: “Deseo permanecer en silencio”.
Según la ACLU, cualquier declaración, incluso aquellas realizadas por nerviosismo, podría ser utilizada en contra de la persona. Además, se aconseja no firmar documentos cuyo contenido no se comprenda completamente o sin haber consultado previamente a un abogado.
No consentir registros sin causa
La Patrulla Fronteriza no está autorizada a registrar pertenencias, vehículos o personas sin consentimiento, a menos que exista una causa probable o una orden judicial. En caso de recibir una solicitud de registro, se recomienda responder de manera calmada con la frase: “No se consiente este registro”.
La United Farm Workers (UFW) destaca que mantener una actitud respetuosa, incluso al negar el registro, puede contribuir a evitar complicaciones. Asimismo, se subraya la importancia de prevenir confrontaciones para garantizar un trato adecuado y justo.
La documentación válida
La ley exige que todas las personas mayores de 18 años con estatus migratorio regular lleven consigo documentos válidos en todo momento. Si un agente solicita verlos, es posible mostrarlos. Por otro lado, los ciudadanos estadounidenses no están obligados a portar prueba de ciudadanía en lugares públicos.
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