
El actor Gerard Butler, conocido por su papel icónico como el rey Leónidas en la épica película de acción 300 (2006), ha compartido detalles sorprendentes sobre lo que ocurrió detrás de cámaras durante el rodaje. En una reciente entrevista, Butler describió las condiciones extremas y los riesgos que tanto él como sus compañeros de reparto enfrentaron al dar vida a la historia basada en la Batalla de las Termópilas.
Por El Tiempo
El rodaje, dirigido por Zack Snyder, se convirtió en una prueba de resistencia física y mental para todo el elenco. Las intensas escenas de lucha coreografiadas y los rigurosos entrenamientos previos llevaron al límite a los actores. “Recuerdo que cada día alguien terminaba en el hospital”, confesó Butler. Estas declaraciones arrojan luz sobre los sacrificios detrás de una de las películas más recordadas del cine de acción histórico.
Además de las exigencias físicas, las condiciones en el set también generaron una serie de accidentes inesperados. Según Butler, aunque el equipo estaba entrenado y bien preparado, el nivel de intensidad y los riesgos asociados a las escenas de batalla eran casi inevitables. “Era una locura. Girabas la cabeza y había un tipo con una lanza en el ojo; otro rompía un tobillo. Era como si la guerra también estuviera ocurriendo fuera de la pantalla”, relató el actor.
Accidentes constantes y un desafío físico monumental

La producción de 300 no fue un rodaje típico de Hollywood. Los actores pasaron por un riguroso entrenamiento físico para transformarse en guerreros espartanos, lo que incluyó meses de preparación con entrenadores personales para lograr los físicos esculpidos que se ven en pantalla. Sin embargo, esa exigencia también conllevó consecuencias. “Las escenas de combate eran extremadamente reales, y con tantas armas y movimientos rápidos, los errores ocurrían”, explicó Butler en diálogo con People.
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